Todos sabemos casi de memoria la influencia que tiene en los ingresos de cualquier club lo que sucede cada semana con la pelotilla. River por supuesto no es la excepción.
Ese grito de gol que deriva en triunfos, se va traduciendo en aumento de afición, interés, expectativas etc. Si va acompañado con buen juego y se sostiene en el tiempo con una buena gestión institucional, los efectos positivos se van multiplicando. Mayor demanda de hinchas que desean asociarse para asistir al estadio, mayor demanda de entradas para cada partido, patrocinadores que se interesan por poner su marca al lado del escudo (River es marca tattoo) con el fin potenciarla aprovechando también el ¨engagement¨que tienen las redes sociales del club, entre tantas otras cosas que conforman un círculo virtuoso ligado directamente al fútbol.
Por otro lado, River es un monstruo no sólo como referente futbolístico mundial sino que es una institución con su propio establecimiento educativo hasta nivel terciario, además de todas las otras disciplinas federadas y actividades para sus socios que entre cuotas sociales y abonos configuran el ingreso más importante (26% del total conforme el presupuesto del corriente período) en la composición de la torta total.
Muchas veces escuchamos que las asociaciones civiles sin fines de lucro, como lo es River, no deben perseguir otro fin que no sea el bienestar social. Y en ese espíritu adherimos. Sin embargo esto no sería posible lograrlo sin bregar por mantener un club superavitario y que ese excedente sea aplicado justamente hacia ese bienestar social a través de inversiones en infrestructura para los socios, un plantel de jerarquía para seguir asegurando ingresos deportivos y apostar a sus divisiones inferiores que siempre fueron el granero de la Selección Nacional así como también el de los grandes clubes de las mejores ligas del mundo.
River hace ya 10 años, tomó este camino como institución, logrando transformar con su actual modelo de gestión, una situación financiera y deportiva casi desesperante hasta 2013, en una actualidad que muestra una clara certidumbre y estabilidad. Todo el arco político del club sabe hacia donde River se dirige y ese mensaje es percibido por el entorno, algo que desde nuestra humilde opinión no es nada fácil de lograr en la coyuntura en que se encuentra hace muchos años nuestro país.
Y es justamente por la coyuntura económica de Argentina que tantas veces señalamos en nuestros contenidos, la importancia del seguimiento de las variables macroeconómicas para entender el impacto que tienen en la gestión de los clubes y en este caso en nuestro amado River.
Veamos un ejemplo relacionado directamente con este tópico.
El club viene avanzando en una reforma histórica del Estadio Monumental, cuyo presupuesto planificado fue aproximadamente de 45 millones de dólares a realizarse en 2 etapas y financiada a través de la venta del ¨naming¨ del estadio (contrato en dólares), la venta anticipada de los nuevos palcos/abonos (ingresos en $AR), el alquiler del estadio en épocas sin competencia (contrato en dólares) y eventuales préstamos sindicados para momentos de descalce financiero.
Hoy vemos que River lleva invertidos en términos de cantidad de dólares, una cifra por encima a la proyectada.
Muchos nos preguntamos los motivos de esta diferencia entre lo proyectado y lo realizado hasta ahora.
Justamente la intención de esta nota es clarificar cuales son las variables que intervienen para haberse generado esta diferencia de una forma sencilla de entender.
Vale aclarar que existe una comisión de seguimiento de obra, la cual está compuesta por miembros de todas las fuerzas políticas del club, justamente para dar mayor transparencia e ir fiscalizando los avances.
El país atraviesa hace ya varios años una crisis económica que entre otras características padece una alta inflación, la cual genera además de los efectos relacionados a la pérdida del poder adquisitivo y altos niveles de pobreza en la sociedad, una gran necesidad de no permanecer con activos monetarios (pesos líquidos) debido a la desvalorización permanente de la moneda.
Cuales son entonces las variables a monitorear que impactan directamente en la obra de reforma?
Ni más ni menos que la relación entre la variación de la tasa de inflación y el tipo de cambio oficial (ojo no confundir ya que nada tiene que ver el dolar paralelo o blue debido a que el club está obligado a liquidar en cuenta en pesos todos sus ingresos en dólares al tipo de cambio del Banco Nación del día de la operación).
Si el tipo de cambio oficial aumentara a la par o con una tasa superior a la inflación, este sería un indicador positivo para quien tiene ingresos en dólares.
Desafortunadamente para River, venimos con una tasa de inflación interanual de 3 dígitos y el tipo de cambio oficial no solo no acompaña este índice sino que está frenado artificialmente por la autoridad monetaria que en este caso es el Banco Central de la República Argentina.
Entonces cual es el efecto de esta situación?
Los costos de la obra se van ajustando por el indice CAC generado por la Cámara Argentina de la Construcción y que acompaña el índice de inflación. Por lo tanto con un dolar oficial que se mueve por debajo de este índice, automáticamente genera una necesidad de erogar una mayor cantidad de dólares para ir cubriendo los costos de la obra en pesos argentinos.
Entonces nos preguntamos: Cuales son las medidas que se deben tomar en situaciones como esta?
Ni más ni menos que algunas medidas que el club viene tomando en este tiempo:
- Intentar estirar los plazos de recepción/liquidación de ingresos en dólares.
- En la medida que el club tenga un flujo de fondos en pesos sobrantes, donde el mercado ofrece una tasa de rentabilidad promedio del 70% (en plazos fijos, fondos comunes de inversión, acciones, bonos etc) y la inflación anual sea de 3 dígitos, la diferencia en términos reales será de 30% negativa. Por lo tanto, siempre convendrá cancelar anticipadamente la obra (aún sin tener el avance de obra) porque se estará ganando en términos reales.
Por supuesto que esta arquitectura financiera es muy compleja y habrá que mantener cierto equilibrio para no anticiparse demasiado con los flujos de fondo a la constructora evitando dilatación de tiempos u otros riesgos. Por eso se va certificando el avance de obra y se va pagando en función a este avance.
Cabe destacar que la actual dirigencia del club, compuesta por el oficialismo y las minorías, tienen expertos en materia financiera que monitorean permanentemente todas las variables mencionadas, y eso explica el último gran balance superavitario presentado por el club además del avance permanente que vamos viendo en la obra de reforma del estadio, estacionamientos etc.
En este aspecto también hay que creer porque tenemos con qué.
Entendemos que este no es el espacio apropiado para profundizar una explicación economica/financiera que es mucho mas compleja y extensa, pero esperamos haya sido esclarecedora respecto de como impacta en la vida cotidiana del club la presente crisis que está atravesando nuestro país.
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