En el semestre de la cal y la arena, River visitó a Platense por la fecha 21 del Torneo de la Liga Profesional de Fútbol 2021. El Millonario llegaba tras dos semanas de descanso, Paulo Díaz recuperado, y una nueva oportunidad para escaparse del escolta Talleres, que había empatado el viernes en Córdoba ante Vélez.
Gallardo dispuso a Armani, Rojas, Díaz, Martínez, Casco, Enzo Pérez, Enzo Fernández, Santiago Simón, Agustín Palavecino, Julián Álvarez y Braian Romero. El esquema inicial contaba con la vuelta del chileno y el ingreso del delantero ex Defensa y Justicia por Benjamín Rollheiser, desgarrado.
Las lesiones configuraron el camino de River en el segundo semestre. Son, por ahora, 25 en 26 partidos, y llevaron a Marcelo Gallardo a hacer malabares con lo que tenía. A esta larga lista se le sumó un emblema del equipo: a los 13 minutos del segundo tiempo Enzo Pérez cayó mal tras una disputa aérea y se luxó el codo izquierdo, lo que lo alejará tres meses de las canchas.
En la primera mitad se vio un gran nivel de juego: River contaba con libertad para asociar y combinar a sus mediocampistas, Platense mostraba algunos errores no forzados, y los defensores del Millonario tenían dificultades para achicar y despejar envíos largos del Calamar. Esto provocó varias situaciones de gol de ambos lados, las más claras del equipo de Gallardo, donde Enzo Fernández volvió a tener un papel preponderante. El ex Defensa y Justicia controló la mitad de la cancha, con un manejo de pelota importantísimo para garantizar la circulación.
El surgido de las inferiores de River se encontró en repetidas ocasiones bien posicionado para realizar pases precisos y filtrados, que generaban peligro en el área del Marrón. Esto le da continuidad a su gran momento, en el que muestra sus armas con regularidad y apuesta por una posición en la que en su anterior club no se sintió cómodo. Su gran capacidad para ubicarse le permite jugar de enganche, por derecha o a la misma altura del cinco. Su aporte es clave y sustancial en cada zona en la que le toque aparecer. Con solo veinte años, sus condiciones sorprenden e ilusionan.
A los 10 minutos, Enzo aportó su segunda asistencia en 19 partidos con la camiseta de River: un pase de emboquillada dejó a Julián Álvarez en una posición inmejorable para que el goleador del equipo abriera el marcador.
El primer tiempo se mantuvo con el ritmo que impuso esa tensión entre los planteos de ambos equipos: un Enzo Fernández libre combinaba con Palavecino y Simón, que también encontraban espacios, para generar situaciones y llegadas al área con desmarques de Romero y Álvarez y algunas proyecciones de Rojas y Casco.
Los errores no forzados de Platense tenían, al mismo tiempo, una causa: una presión en bloque medio de River con achiques de la defensa que, a su vez, dejaban a delanteros del Marrón en posiciones favorables. Franco Armani se volvió importante al achicar en una jugada peligrosa que podría haber terminado con una expulsión si su cálculo era erróneo.
En el complemento, la tendencia dio un giro de 180 grados: Platense dominó y complicó a River pero el Millonario supo achicar mejor y despejar más envíos largos. Díaz y Martínez estuvieron firmes en el juego aéreo y colaboraron en mantener el arco en cero. Cuando Gallardo sintió que faltaban matices en el ataque, metió a Carrascal y Galván juntos. El colombiano y el juvenil entraron con el pie derecho y aportaron frescura a los avances millonarios, algo estancados con Simón y Palavecino en la segunda mitad.
Pero Platense quedó limitado en sus intenciones y no pudo romper el cero. River se llevó de Vicente López una victoria que lo deja más cerca del título que nunca. Con 4 puntos de los próximos 12, será campeón. Y, si Talleres no logra vencer a Gimnasia este martes, podrá dar la vuelta el jueves ante Racing. Todavía no puede gritar campeón, pero acaricia el título con cautela.
Porque este año, de acá de Núñez, de acá de Núñez...
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